República Argentina

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Córdoba

jueves, 21 de julio de 2011

El agua en el mundo


Foto: Río Paraná ( República Argentina)

Sólo el 2,5 % del agua de la Tierra es dulce y la mayor parte de ella ( 70 %) está congelada en glaciares y casquetes polares, descansa en el subsuelo o se encuentra como vapor en la atmósfera.
La provisión de agua constituye un recurso esencial para la vida humana.
La conservación de los acuíferos, ríos y humedales ( EDA: ecosistemas de agua dulce) son fundamentales para preservar el bienestar humano.
Nuestra seguridad alimentaria dependen de los EDA.
El problema global de escacez de agua es sobre todo, un problema de gobernabilidad: se trata de como compartir el agua en forma equitativa y asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas naturales.
Los recursos hídricos mundiales son limitados, están mal distribuidos y soportan múltiples demandas: agua potable, higuiene,producción de alimentos, energía y bienes industriales.
Por causas naturales, la distribución de los EDA es muy irregular en el territorio, sin embargo la disponibilidad de agua está más afectada por los impactos originados en las actividades humanas, que ocasionan pérdida y degradación ambiental. Otro tipo de presiones se origina en los procesos de contaminación de distinto origen que incrementan los problemas de calidad del agua.
El cambio climático tendrá tendrá un profundo impacto en la disponibilidad de este recurso disminuyendo la adaptabilidad de los ecosistemas y agravando los impactos antrópicos.

Datos sobre el uso del agua:
  • Para asegurar las necesidades básicas una persona necesita entre 20 y 50 litros de agua por día.
  • La cobertura de saneamiento ( redes de agua segura) en los países periféricos es de un 49% de la que disponen los países centrales.
  • En muchos países se pierde entre un 30 y 40 % del agua por fugas en tuberías y canales.
  • Aunque la irrigación sólo abarca el 10% de agua utilizada en la agricultura, esta actividad consume el 70% del total de extracciones de agua dulce con una eficiencia de aprovechamiento que sólo alcanza entre un 30 y 40%.
La contaminación del agua:

El principal problema que afecta el uso del agua dulce es la contaminación. Los problemas más serios se registran por la descarga de aguas residuales crudas en los ríos provenientes de centros industriales y urbanos.
La contaminación afecta las aguas superficiales y subterráneas, en las cuales el problema es más grave debido a la exposición a riesgos de la salud de una gran parte de hogares que dependen de ella.Los sistemas de aguas subterráneos proporcionan a nivel global entre un 25 y 40 % del agua potable en el mundo.

Formas de evitar la contaminación del agua.
  • Desde los Estados: mejorar los planes urbanísticos, adecuar los desagues cloacales y construir nuevas plantas depuradoras.
  • Las industrias: reciclar el agua y depurarla antes de verterla.
  • La `produción agrícola: cambiar los hábitos de utilización del agua, capacitarse en el uso de fertilizantes químicos y fungicidas.
  • Los Estados y los medios de comunicación: fomentar políticas de ahorro de agua y disminuir las fugas desde el transporte de agua a los hogares.
  • Los Estados e industrias privadas: evitar los desagues y emisarios en crudo .
  • Los Estados: controlar el transporte de petróleo y materia tóxicas y peligrosas por el mar.
  • Los Estados, industria y población: favorecer el uso de detergentes sin fosfatos.
  • Los Estados: gestionar la recolección de aceites usados de vehículos e industrias.

La desertización: un problema global


Desertización es el proceso que conduce a la reducción y pérdida del potencial biológico de los suelos, ocasionando un empeoramiento de las condiciones de vida de las sociedades.
Durante mucho tiempo los desiertos han sido creados por factores climáticos naturales, pero el término desertificación se refiere a la degradación de las tierras en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.
Por este proceso la tierra productiva se convierte en tierra degradada y puede llevar a la expansión de los desiertos naturales. Según estimaciones mundiales, 24 billones de toneladas de tierra fértil desaparecen cada año y durante los últimos 20 años se ha perdido una superficie equivalente a la superficie agrícola de los Estados Unidos. La desertificación afecta hoy en día a un cuarto de la superficie total del globo.
Los suelos áridos son especialmente vulnerables y susceptibles de erosión y se recuperan de estas perturbaciones a un ritmo muy lento. Las principales causas antrópicas son el sobrepastoreo, la deforestación y el sobrecultivo.
La desertificación es una amenaza significativa para áreas áridas, semiáridas y secas infrahúmedas alrededor del mundo, particularmente en lugares donde las presiones sociales y económicas, como así también las sequías que conducen a la sobreexplotación de la tierra (PNUMA 1999)
La Convención sobre las Naciones Unidas para la lucha contra la desertificación atribuye el origen de la desertificación a diferentes factores:
  • Variaciones climáticas: Las sequías producen grandes desequilibrios y perjudican los sistemas agrícolas.
  • Actividades humanas: Los suelos se empobrecen debido a su utilización excesiva y al abandono o disminución del período de barbecho, necesario para mantener la productividad de la tierra. Esto conlleva la pérdida de materia orgánica, que a su vez limita el crecimiento de las plantas. Todo ello ocasiona una reducción de la cobertura vegetal, dejando los suelos desnudos y más vulnerables a la erosión.
Soluciones:
  • Reconstrucción de un ambiente favorable: fertilizar los suelos, crear barreras para luchar contra el viento, forestar.
  • Desarrollar prácticas agrícolas sostenibles: prevenir el agotamiento de las tierras, diversificar la producción, reducir los rebaños.
  • Rehabilitar el conocimiento tradicional: Asociar prácticas antiguas con las nuevas y rehabilitar antiguas técnicas de irrigación.