República Argentina

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Córdoba

jueves, 21 de julio de 2011

La desertización: un problema global


Desertización es el proceso que conduce a la reducción y pérdida del potencial biológico de los suelos, ocasionando un empeoramiento de las condiciones de vida de las sociedades.
Durante mucho tiempo los desiertos han sido creados por factores climáticos naturales, pero el término desertificación se refiere a la degradación de las tierras en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.
Por este proceso la tierra productiva se convierte en tierra degradada y puede llevar a la expansión de los desiertos naturales. Según estimaciones mundiales, 24 billones de toneladas de tierra fértil desaparecen cada año y durante los últimos 20 años se ha perdido una superficie equivalente a la superficie agrícola de los Estados Unidos. La desertificación afecta hoy en día a un cuarto de la superficie total del globo.
Los suelos áridos son especialmente vulnerables y susceptibles de erosión y se recuperan de estas perturbaciones a un ritmo muy lento. Las principales causas antrópicas son el sobrepastoreo, la deforestación y el sobrecultivo.
La desertificación es una amenaza significativa para áreas áridas, semiáridas y secas infrahúmedas alrededor del mundo, particularmente en lugares donde las presiones sociales y económicas, como así también las sequías que conducen a la sobreexplotación de la tierra (PNUMA 1999)
La Convención sobre las Naciones Unidas para la lucha contra la desertificación atribuye el origen de la desertificación a diferentes factores:
  • Variaciones climáticas: Las sequías producen grandes desequilibrios y perjudican los sistemas agrícolas.
  • Actividades humanas: Los suelos se empobrecen debido a su utilización excesiva y al abandono o disminución del período de barbecho, necesario para mantener la productividad de la tierra. Esto conlleva la pérdida de materia orgánica, que a su vez limita el crecimiento de las plantas. Todo ello ocasiona una reducción de la cobertura vegetal, dejando los suelos desnudos y más vulnerables a la erosión.
Soluciones:
  • Reconstrucción de un ambiente favorable: fertilizar los suelos, crear barreras para luchar contra el viento, forestar.
  • Desarrollar prácticas agrícolas sostenibles: prevenir el agotamiento de las tierras, diversificar la producción, reducir los rebaños.
  • Rehabilitar el conocimiento tradicional: Asociar prácticas antiguas con las nuevas y rehabilitar antiguas técnicas de irrigación.

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