República Argentina

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Córdoba

viernes, 11 de diciembre de 2009

POBLACIÓN MUNDIAL, GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA Y CAMBIO CLIMÁTICO: SU INTERRELACIÓN Y PROYECCIONES

La población mundial es de 6500 millones de habitantes y se estima que para mediados de siglo trepará a 9500 millones. Este crecimiento trae aparejado una gran preocupación para muchos especialistas por el destino de millones de habitantes del planeta, dado que los efectos negativos de la presente globalización económica ha traído consecuencias desvastadores en múltiples lugares del mundo.
A esto, ahora debemos agregar las consecuencias del cambio climático que por más que se intente mitigar sus efectos, traerá migraciones y refugiados.
En el mundo actual caracterizado por su desigualdad, se contraponen dos realidades: la de los llamados "Países Centrales" que cuentan con sociedades que gozan de todo el confort, alto nivel educativo, baja natalidad y mortalidad, utilización de energías limpias, ambiente más sano y elevado desarrollo tecnólogico y las de " los países periféricos o emergentes" donde viven millones de seres humanos que son igualmente dignos de poder satisfacer sus necesidades básicas y que cada vez sus esperanzas se desvanecen frente a la falta de oportunidades para poder alcanzar una digna calidad de vida. Es recurrente observar particularmente en los espacios urbanos, el avance de la violencia, la delicuencia y el resentimiento social de los grupos más marginados alterando la convivencia civilizada y pacífica.

Todo indica que las próximas décadas serán más difíciles que la actual. Resultará conflictivo garantizar la seguridad alimentaria, la educación, disminuir la pobreza, acceder al agua potable en muchos territorios.
Los contrastes que hoy vive este mundo tienden a profundizarse, a no ser que los países centrales y los grandes grupos de poder mundial que concentran la riqueza, se solidaricen con los Estados más necesitados.
También resulta preciso que los gobernantes de los países periféricos y emergentes puedan vencer "LA CORRUPCIÓN" que muchas veces está fuertemente instalada y generalizada en diferentes espacios de poder local y tengan conductas que reflejen el interés por mejorar las condiciones de vida de sus propios ciudadanos.
Si quienes tienen la responsabilidad de gestionar los Estados, sean ricos o pobres, las empresas, las instituciones, dejaran de lado sus intereses personales o sectoriales por el bien común, seguramente la aldea global en la que vivimos se transformaría en un mundo más humano y con más dignidad.
La naturaleza a través de los eventos climáticos de los últimos años parecería realizar un reclamo: el hombre no supo respetar su funcionamiento, fue tan desmedido su accionar sobre el ambiente que hoy muchos habitantes inclusive de los países ricos se ven y se verán severamente afectados. Claro está que más vulnerable será siempre la población con menos recursos.
En todas las sociedades del mundo, desde " abajo hacia arriba" crecen voces que reclaman un mundo más justo, más equitativo, más solidario y más " amigo de la Tierra". ¿Seremos estas voces el inicio del cambio? Para muchos, los docentes somos idealistas, utópicos, tal vez porque frente a la desesperanza generalizada AÚN CREEMOS EN LAS CAPACIDADES DEL HOMBRE Y EN EL PODER TRANSFORMADOR QUE TIENE LA EDUCACIÓN. Al menos como educadora, especialista en temas del mundo; me siento con la responsabilidad de no omitir estas cuestiones trabajando en la toma de conciencia de estas problemáticas y pensar soluciones junto a mis alumnos adolescentes , sus familias, colegas y todo aquel que le interese , para desde nuestro ámbito realizar un pequeño aporte a nuestro entorno y hacer de nuestro mundo un lugar más vivible para todos.

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